LA SOLE SE FUE... DE LO LINDA QUE ERA! ¡Esto es to-to-todo, amigos! cita en uno de sus versos, la historia de María Soledad Rosa,
una chica de Barrio Norte de 23 años, devenida en anarquista argentina que se suicidó en una cárcel en Italia.
La cita del Indio dice: "La Sole se fue... de lo linda que era!" haciendo mención a la joven argentina que residía en Italia y que formaba parte de una organización ecológica, quien fue víctima del sistema de represión policial italiano. Veamos un poco como fueron los hechos para conocer mejor la historia que encierra un sólo verso del Indio en el tema "Esto es to-to-todo, amigos!
La noche del sábado 11 de julio de 1998 se produjo en el centro de Roma una manifestación espontánea, sin que la policía pudiera enterarse previamente, para protestar contra los asesinos de la policía, los jueces y el sistema de justicia, quienes provocaron en menos de 3 meses el segundo suicidio en prisión de los supuestos líderes anarquistas de la ORAI.
Esta vez fue la anarquista Maria Soledad Rosa "Sole" quién ese día precisamente, 11/07/98, decide suicidarse, presionada por una avalancha de cargos en su contra, entre ellos, "asociación para el terrorismo" junto con otros líderes detenidos como Silvano Pellissero.
Es preciso remontarse hasta el 17 de septiembre de 1996, para comprender mejor los hechos. El 17 la policía arresta a 68 personas bajo la acusación de "terrorismo contra el estado" y por pertenecer, supuestamente, a una faceta anarquista armada conocida como la ORAI,Organisazion Rivoluzionaria Anarchica Insurrezionalista, nunca escuchada hasta ese día. Todo hacía suponer que era una causa armada por la policía.
Todos los actos de sabotaje y conspiración, a partir de ese día, fueron ligados a los anarquistas de la ORAI, tanto desde el poder político-policial como desde los medios de comunicación. Esto generó el efecto contrario al esperado, ya que comenzaron a surgir numerosos boletines anarquistas como Canenero, GAS y otros. Esto obligó a las autoridades de seguridad nacional italiana a descalificar a estas organizaciones y a montar causas para acusarlos.
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La historia oficial comienza en marzo del 98 cuando la policía arresta a tres manifestantes acusándolos de atentar contra la seguridad y de pertenecer a la ORAI, en medio de una protesta ecológica contra la instalación de la línea ferroviaria del Tren de Alta Velocidad (TAV), en Valle Susa. Esos tres arrestados eran María Soledad Rosa, argentina, su compañero Edoardo Massari, y Silvano Pelissero.
El 28 de marzo de ese mismo año Edoardo Massari se suicida ahorcándose en su celda de la Cárcel del Molinette. María Soledad es hallada muerta, tras haberse ahorcado cuatro meses después mientras se encontraba detenida en un hospital comunitario. El tercero, Silvano Pelissero, fue sentenciado a 6 años de prisión "no por la naturaleza de su crimen, sino por el consenso popular que generaba en una situación de potencial explosión social" tal como lo enunció el juez de la causa.
Carta de Sole Desde la carcel
Apenas conoció la noticia de la muerte de su compañero Eduardo, Soledad escribió esta carta: "Compañeros y compañeras: La rabia me domina en este momento. Siempre he pensado que cada uno es responsable por sus actos, pero esta vez hay culpables y los quiero mencionar en voz alta, son aquellos que mataron a Edo: el Estado, los jueces, los abogados, la prensa, el T.A.V., la policía, las leyes, las reglas y toda la sociedad de esclavos que acepta este sistema.
Siempre luchamos contra esta dominación y es por ello que hemos terminado en la cárcel. La cárcel es un lugar de tortura física y psíquica, aquí no se dispone de absolutamente nada, no se puede decidir a qué hora levantarse, qué comer, ni con quién hablar, ni con quién encontrarse, ni a qué hora ver el sol. Para todo hace falta hacer una solicitud, hasta para leer un libro. Ruido de llaves y cerraduras que se abren y se cierran, voces que no dicen nada, voces cuyo eco se escuchan en los pasillos fríos, zapatos de goma que no hacen ruido y una linterna que en los momentos menos pensados está ahí para controlar tu sueño, correo controlado, la palabra prohibida.
Todo un caos, todo un infierno, todo la muerte. Así es como te matan día a día, despacio pero seguro para hacerte sentir más dolor. Por eso Edo ha decidido terminar abruptamente con este dolor infernal. Al menos él se permitió tener un último gesto de mínima libertad, de decidir él mismo cuando terminar con esta tortura. Entre tanto, me castigan a mí y me ponen en incomunicación. Eso significa no sólo no ver a nadie sino tampoco recibir ningún tipo de información, no tener una frazada para taparse. Ellos tienen miedo de que yo me suicide. El mío es un aislamiento cautelar, lo hacen para "salvaguardarme", y así no tener que asumir la responsabilidad si yo decidiera también ponerle fin a esta tortura. No me dejan llorar en paz, no me dejan tener un último encuentro con mi Baleno. Veinticuatro horas al día, un agente me custodia a cinco metros de distancia.
Después de lo que pasó, los políticos del partido verde que vinieron para darme su pésame y para tranquilizarme no se les ocurrió nada mejor que decirme que ahora seguramente todo se va a resolver más rápido, ahora todos van a seguir con más atención el proceso y pronto te darán arresto domiciliario. Después de este discurso me quedé sin palabras, estaba sorprendida, pero pude preguntarles si se necesita de la muerte de una persona para conmover a un pedazo de mierda, en este caso el juez. Insisto, en la cárcel ya mataron a otros y hoy mataron a Edo, estos terroristas con licencia para matar. Voy a buscar la fuerza de alguna parte, no sé de dónde, sinceramente ya no tengo ganas pero tengo que seguir, lo hago por mi dignidad y en nombre de Edo. Lo único que me tranquiliza es saber que Edo ya no sufre más. Protesto, protesto con mucha rabia y mucho dolor.
Sole
P.D.: Si el hecho de encarcelar a una persona es un castigo, entonces a mí ya me castigaron con el asesinato de Edo. Hoy empecé la huelga de hambre. Quiero mi libertad y la destrucción de toda esta institución carcelaria. La condena la voy a pagar todos los días de mi vida.
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Desde una radio clandestina, camaradas de la Sole, de Massari y de Pelissero, emitieron un comunicado anónimo contando cómo todo había sido montado por la policía. El plan era simple: inventar una organización, encontrar a alguien que afirmara haber sido parte de ella, y utilizar el aparato represivo para desmantelarla y deshacerse de "terroristas" justificando todo tipo de medios para tal fin.
Imagen de un graffiti en la Cárcel de Caseros,
que probablemente inspirara el grito del Indio en el tema.
En nuestro país, Martín Caparrós escribió un libro llamado Amor y Anarquía basado en la historia de Sole y sus compañeros, cuyo texto original puede descargarse aquí:
Amor y Anarquía. Martín Caparros
(PDF - 707.8 KB) |
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